Alerta coqueluche

por | 1 febrero, 2011

mocos8TOS CONVULSA

Febrero 2011

La coqueluche, conocida también como tos convulsa es una enfermedad contagiosa producida por un germen llamado bordetella pertussis. Se caracteriza por afectar las vías respiratorias produciendo accesos de tos en «salvas». O sea, frecuentes accesos de tos con poca pausa entre las mismas. Puede acompañarse de fiebre, mocos y vómitos.

La enfermedad cobra importancia en niños más pequeños, principalmente menores de un año ya que la tos es seguida o reemplazada por pausas respiratorias, (apneas), obstrucción bronquial, compromiso pulmonar con el consiguiente deterioro del estado general.

Para prevenirla, el calendario de vacunas incluye la inmunización contra la coqueluche a los 2, 4, 6 meses integrando la vacuna Pentavalente. Se vuelve a aplicar a los 18 meses como parte de la Cuádruple, luego a los 6 años dentro de la triple bacteriana (DPT) y por último a los 11 años como triple acelular.

En los últimos años se están acrecentando los casos de coqueluche con el consiguiente incremento de los casos graves y fatales secundarios a la enfermedad. Este año, en pleno verano se han documentado una cantidad que supera a la del otro año en los mismos meses. La causa probablemente radique en la cobertura parcial de la población con el esquema completo de vacuna, desde los 2 meses hasta los 11 años de edad. Muchos hermanos suelen contagiar a los más chiquitos. Lo que en los primeros aparece como una tos pertinaz, difícil de calmar y frecuente, la transmisión a los bebés o lactantes puede producir una enfermedad grave o fatal. Los adultos también pueden enfermar de coqueluche y sin saberlo pueden contagiar la enfermedad.

El arma para evitar la enfermedad es la vacuna que es obligatoria y gratuita. Se deben cumplir todas las dosis en las edades indicadas anteriormente. El cumplimiento parcial facilita la aparición de la enfermedad y además el contagio a los más pequeños, quienes incluso por la edad aún no tienen aplicada ninguna dosis.

La aparición de tos, dificultad respiratoria y/o pausas luego de los accesos obliga a descartar la enfermedad para evitar sus complicaciones e iniciar el bloqueo de los contactos cercanos. La coqueluche se confirma por medio del examen de las secreciones respiratorias. También por intermedio de los anticuerpos que genera la bacteria en la sangre. Valorando el compromiso general y respiratorio del lactante se decidirá la internación o no del pequeño paciente.